La Diputación de Barcelona ha puesto en marcha el proyecto “RENOVABLES 2030”, que cuenta con un presupuesto de salida de 120 millones de euros, y con la intención de reducir las emisiones de CO2 hasta un total de 54 mil toneladas.
Un proyecto necesario y ambicioso que puede suponer un respiro tanto para los pueblos y las ciudades como para los ciudadanos, que van a poder ver cómo sus servicios son abastecidos de una vez por todas con una energía ilimitada y sostenible.
¿De qué manera se llevará a cabo?
El proyecto se articula en cuatro actuaciones de financiación, apostando por las energías renovables con la intención de abastecer los servicios de los municipios. Es decir, instalando placas fotovoltaicas para la producción de electricidad, y calderas de biomasa para proporcionar agua caliente y calefacción sostenible. Incluye, a su vez, un programa que pretende hacer frente a la emergencia climática, que se aprobó en 2019 y que cuenta con el apoyo de las alcaldías.
Uno de sus objetivos es el de llegar al residuo cero a partir de los contenedores de acceso inteligente, los cuales permiten el reciclaje del 60% del total de los desechos.
¿Qué servicios va a proveer?
El plan ya está en marcha y, de hecho, localidades como Caldes de Montbui o Sant Cugat del Vallès cuentan con paneles instalados en edificios públicos. Generan electricidad que abastece los servicios de alumbrado de calles e inmuebles, haciéndolos mucho más eficientes debido también a que se cambiarán las bombillas antiguas por luz LED, sustituyendo así una tecnología que está totalmente obsoleta en pleno siglo 21.
Otros municipios como Cercs, en el Berguedà, tienen a punto la construcción de una caldera de biomasa “kilómetro cero”, para suministrar calefacción al pabellón municipal, el cual nunca había dispuesto de ésta.
¿Será realmente efectivo?
Cuando se llegue a la fecha límite del 2030, el ahorro de la factura va a rondar los 35 millones de euros por año. Pero no solo se va a ahorrar dinero, ya que recordemos, se dejarán de emitir toneladas de residuos fósiles, y ese es el punto más importante de proyectos como éste. Todo esto ha de estar destinado a frenar la acuciante crisis climática que sufrimos en la actualidad.
Con la energía sobrante que se produce en los municipios se está luchando contra la pobreza energética. Gracias a ello, se va a reducir hasta un 20% la factura mensual de la luz de las familias con menos recursos. Familias que no pueden renunciar a unos mínimos de confort energético necesarios para una vida digna.
Esta es otra manera sostenible de ir hacia una sociedad mucho más limpia y duradera.
¿Cuántas localidades abarca?
El total de las localidades catalanas que van a poder beneficiarse de la iniciativa es de 147, pero se espera que vayan creciendo en número y este solo sea el punto de partida para un mañana mucho más verde y sostenible.
Acciones como ésta, apoyadas por los políticos, nos acercan a aquella visión idealizada de ciudades del futuro sostenibles, ya que cada día estamos más cerca de la neutralidad climática, que se estima llegará en tan solo 30 años.
Quisiéramos dar especial mención a un pueblo del Vallès Oriental, Mollet, que ha creado el proyecto Mollet Solar y que está sirviendo como referencia y patrón a seguir.
Están instalando placas en todos los edificios municipales para que abastezcan de energía al pueblo, e islas fotovoltaicas en colegios y naves municipales. Se estima un ahorro anual de 422 toneladas de CO2.
El consistorio ha creado una ordenanza solar que establece la incorporación obligatoria de placas solares en los edificios de nueva construcción. Se pretende abastecer un mínimo del 25% del consumo total de energía en los hogares, mientras que para los comercios sería del 10%.
Todos estamos implicados en el cambio
Para acabar quisiéramos destacar la importancia de la concienciación de todas las partes implicadas en la sociedad, empezando por los mandatarios, las empresas y la ciudadanía, ya que sensibilizar es indispensable para seguir yendo hacia el objetivo final de un planeta realmente sostenible.
A nivel estatal se estima que con Renovables 2030, el porcentaje final de uso de energía limpia será del 74%. Pero no olvidemos que todavía debemos, entre todos, reducir las emisiones de gases efecto invernadero, reducir la dependencia energética y el gasto municipal, garantizar el acceso universal a la energía segura y sostenible.
Para ello se ha de favorecer el modelo de energía, estableciendo nuevos mecanismos de gobernanza energética local como éste de Renovables 2030.
Nosotros ya hemos empezado, ¿y tú? ¡Seguro que tienes ganas de que llegue a tu zona!
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