Cómo las baterías de almacenamiento energético están revolucionando el sector de las energías renovables
En tan solo unos años, en Estados Unidos se ha pasado de no almacenar casi energía solar a hacerlo a gran escala. Se prevé que para el 2025 se haya alcanzado la cantidad de 30 gigavatios. Esto confirma el cambio hacia las energías renovables a nivel mundial.
Además, abre una puerta que hasta ahora no se contemplaba mucho, el almacenamiento de energía producida por fuentes como la solar o la eólica. Esto se ha producido en parte por la necesidad de utilizar recursos sostenibles y en parte porque la tecnología ha mejorado y ha permitido aumentar por seis la capacidad de almacenamiento en tan solo 5 años.
¿Será posible usar la energía las 24 horas?
El cambio en las materias primas utilizadas para la fabricación de baterías ha permitido una reducción de costos. En Australia se ha logrado sacarle el máximo partido a un sistema fotovoltaico y un conjunto de baterías de sodio, que permiten producir electricidad verde y acumularla para su uso posterior. Es decir, que tanto de día como de noche van a poder abastecer electricidad.
Con esto, se abre la posibilidad de dar energía las 24 horas pero, ¿cómo han sido capaces de conseguirlo? Pues calentando a través de torres solares y cilindros parabólicos una solución líquida que se usa para calentar agua hasta el punto de ebullición, y cuyo vapor resultante acciona una turbina. Esto permite suministrar energía, aunque no haya sol.
¿Qué diferencias aportan?
Hay varios puntos diferenciales en estas baterías con sus predecesoras. Primero los materiales. Hemos pasado de materiales escasos, como el litio, que hacen mucho más difícil y costoso el almacenamiento de energía sobrante, a otros materiales con las mismas prestaciones que resultan más comunes y por tanto más económicos.
No solo eso, sino que, además, al basarse en una química diferente, aportan una mayor densidad de potencia, se recargan más rápido y duran mucho más que las de litio. Es la siguiente generación, adaptada a las necesidades crecientes de un suministro de baterías mayor a menor coste y mejores prestaciones.
¿Qué pasa con las baterías para los hogares?
Aún siguen siendo baterías compuestas por litio en su mayoría, y su función es la misma, almacenar la energía producida por el día para usarla durante la noche o en días de baja producción.
Actualmente está habiendo un crecimiento de hogares que las poseen, sobre todo en Europa y Estados Unidos, y en los próximos 3 años se prevé triplicar la demanda actual.
Posibles retos a afrontar
El actual crecimiento comportará la actuación de instituciones para la regulación de los precios, la distribución y su fabricación, ya que la demanda puede generar un cuello de botella en la producción de baterías que podría disparar los precios.
Autoconsumo para la siguiente década
La evolución de las baterías para autoconsumo nos va a permitir abastecernos y acumular energía sostenible de manera más efectiva, rápida y duradera, y ciertas voces pronostican que en menos de 20 años dejaremos atrás la dependencia energética actual.